- Aún sin planes sísmicos para la provincia de Alicante
La provincia de Alicante, una de las zonas del país con mayor riesgo sísmico, sufrió recientemente el mayor terremoto de los últimos 58 años, con epicentro entre Crevillente y Albatera que alcanzó una magnitud en la escala de Richter de 4.3.
Aunque el terremoto no causó daños estructurales ni heridos, sí generó ansiedad e incluso miedo en gran parte de la población. Y no ha sido la única alarma en la región de Alicante en lo que va de año: entre el 26 de julio y el 2 de agosto se registraron seis temblores leves en la Marina Alta, que recordaron a todos los habitantes de la zona los riesgos a los que se enfrentan a diario.
A pesar de esta situación, las autoridades locales ignoran los peligros: ningún municipio de la provincia cuenta con planes de emergencia para afrontar terremotos, a pesar de ser obligatorios por ley. Según la Agencia de Emergencias y Seguridad de la Generalitat, tampoco se ha elaborado un plan comparable en ningún pueblo de la provincia de Valencia. El periódico Leader ya informó sobre las deficiencias de los Planes de Emergencia en este sentido en 2016.
Los planes específicos son obligatorios en los 327 municipios de la Comunidad Valenciana, de los cuales 136 pertenecen a la provincia de Alicante y 191 a la de Valencia. En todos ellos, se considera posible la ocurrencia de terremotos de intensidad igual o superior al grado VII (EMS). El grado VII en la escala macrosísmica europea se considera "probable que cause daños".
Cuando ocurren estos terremotos, la mayoría de la gente se asusta y sale corriendo; los muebles se mueven y los objetos pueden caerse de las superficies. Además, muchos edificios comunes sufren daños moderados, como pequeñas grietas en las paredes o derrumbes parciales.
Los expertos aseguran que las cinco comarcas con mayor riesgo de peligrosidad sísmica (hasta 9.5 grados en la escala de Richter) en la Provincia se sitúan en la Vega Baja: Torrevieja, Rojales, Los Montesinos, Benijófar y Formentera del Segura.
Además de Orihuela, Elche y Crevillente se enfrentan a una intensidad de 9 grados. En el resto de la provincia, Alcoy, Alicante y Villena se enfrentan a un riesgo de 8 grados, y Benidorm, Dénia y Elda, de 7.5.
Aunque los expertos aseguran que terremotos, como el ocurrido en Albatera, no son señal de una catástrofe inminente, el plan de la Generalitat sí considera que “la peligrosidad sísmica es máxima en la provincia de Alicante” mientras que en Valencia hay una “peligrosidad media” y en Castellón el índice es de “poca relevancia”.
La Generalitat defiende la necesidad de implicar a todos los municipios y la importancia de los planes antisísmicos porque cada municipio puede verse afectado directamente en cualquier momento o, en caso contrario, puede verse obligado a aportar los recursos materiales y humanos necesarios para responder a una situación de emergencia en un municipio vecino.
Los planes municipales deben servir para organizar los cuerpos de seguridad y agencias sociales cuando ocurre un sismo, delimitar las zonas más afectadas, localizar y movilizar los recursos necesarios para afrontar la situación de emergencia e informar a la población local.
En noviembre Torrevieja acogerá un simulacro de emergencia por terremoto en el que participarán los servicios locales, entre ellos la Agencia Estatal de Seguridad de la Generalitat, la Unidad Militar de Emergencias, los Bomberos y la Subdelegación del Gobierno.
Se espera que tales planes nunca se pongan en práctica en una "situación real", pero mientras exista la posibilidad, los planes deben estar vigentes y ser ensayados y practicados regularmente.













