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El contrato actual de la empresa municipal cubre 1.1 millones de metros cuadrados, mientras que una licitación previamente descartada incluía los 2.5 millones de metros cuadrados a lo largo de la costa.
Años de abandono han dejado los parques y espacios verdes de Orihuela Costa en un estado lamentable: sistemas de riego averiados, aspersores ausentes y zonas de juego deterioradas pintan un panorama desolador. Desde febrero, la empresa municipal Ildo ha asumido las tareas de mantenimiento de una empresa privada cuyo contrato venció en 2017.
Ese contrato obsoleto llevó a la empresa privada a prestar sólo un servicio mínimo para evitar disputas de pago, lo que dio lugar a numerosas deficiencias y frecuentes quejas de los vecinos.
Para colmo, surgen dudas sobre la idoneidad de la planificación actual. El actual gobierno de coalición (PP y Vox) decidió internalizar el servicio, cancelando una licitación convocada por la anterior administración del PSOE y Ciudadanos. Dicha licitación ya había recibido ofertas y estaba prevista para cubrir los 2.5 millones de metros cuadrados de zonas verdes —incluidas 213 zonas y 7,000 palmeras— con un coste de 10 millones de euros en cinco años. En cambio, el contrato anterior cubría solo el 40 % de la superficie.
Al asumir la gestión directamente, la ciudad prevé un ahorro de 3.5 millones de euros, estimando el coste total del servicio en 4.5 millones (o 1.5 millones por año entre 2025 y 2028).
La asociación de vecinos Unidos por la Costa comparó la licitación cancelada con el acuerdo actual de Ildo para evaluar si los recursos se asignan adecuadamente y satisfacen las necesidades reales. Su conclusión: la mitad de las zonas verdes de Orihuela Costa no se mantienen. Ildo solo cubre 1.1 millones de metros cuadrados, menos de la mitad de lo propuesto en la licitación.
Como resultado, varias áreas residenciales no recibirán ningún mantenimiento, incluidas Lomas de Campoamor, Las Colinas, Los Balcones, PAU 2 y PAU 4.
Además, 4,300 palmeras están ahora excluidas del cuidado: solo 2,700 están cubiertas, en comparación con las 7,000 previstas inicialmente. La asociación también observó requisitos menos rigurosos para el mantenimiento de los sistemas de riego y las áreas de juego. Por ejemplo, el acuerdo de Ildo carece de disposiciones para la sustitución de equipos de juego dañados o el mantenimiento de superficies de seguridad, mientras que la licitación cancelada especificaba claramente que el contratista se haría cargo de estos costes (excepto en casos de vandalismo comprobado que superen los 600 €).
La comparación es clara. Lo que no está claro es si el nuevo plan realmente ha reducido la cobertura y los estándares, o si la licitación original fue sobreestimada, algo que la ciudad aún no ha aclarado.
Pese a las preocupaciones, la gerente de Ildo, Mercedes González, quien se reunió este viernes con Unidos por la Costa, expresó su confianza en que la empresa municipal cuenta con los recursos para revertir la situación.
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