La playa de La Mata de Torrevieja se convirtió este miércoles en escenario de un acontecimiento histórico para la conservación: la liberación de dieciséis crías de tortuga boba (Caretta caretta) en el Mediterráneo.
Las crías, nacidas en 2024 de un nido puesto por la tortuga conocida como Pura Vida En la playa de Los Locos, fueron trasladadas cuidadosamente a La Mata, donde emergieron de sus huevos. Tras pasar su primer año bajo control en el Oceanogràfic de Valencia, las tortugas hicieron su primera entrada al mar, animadas por vecinos, escolares, voluntarios y autoridades.
La anidación de Pura Vida El verano pasado sorprendió tanto a residentes como a visitantes con el descubrimiento de 64 huevos en pleno litoral urbano de Torrevieja. Desde el principio, el nido estuvo vigilado día y noche por voluntarios y técnicos ambientales. Seis huevos se enviaron a Valencia para el programa Head Starting de la Fundación Oceanogràfic —una iniciativa diseñada para mejorar la supervivencia durante las primeras etapas más vulnerables de la especie—, mientras que el resto se incubó en la playa de La Mata. En total, se criaron y liberaron dieciséis crías.
Bajo el programa Head Starting, las tortugas recibieron un año de seguimiento veterinario, una dieta cuidadosamente controlada y supervisión ambiental. Este enfoque aumenta considerablemente sus posibilidades de supervivencia, ya que la mayoría no sobreviviría sus primeros meses en libertad.
La liberación de tortugas en la costa de Torrevieja es más que simbólica. Las tortugas bobas siguen el principio de... filopatría—regresan como adultos a las mismas playas donde nacieron para poner sus propios huevos, a menudo décadas después. Al honrar este instinto natural, los conservacionistas buscan fortalecer los esfuerzos de recolonización en el Mediterráneo occidental.
A la ceremonia de liberación asistieron la teniente de alcalde y concejala de Turismo, Rosario Martínez; el concejal de Medio Ambiente y Playas, Antonio Vidal; el biólogo municipal, Juan Antonio Pujol; representantes de la Policía Local y equipos de mantenimiento de playas. La Fundación Oceanogràfic aportó a su personal de conservación y educación, mientras que 45 estudiantes del IES Mediterráneo se unieron a los residentes y bañistas para presenciar el momento.
Las tortugas bobas siguen clasificadas como vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y se enfrentan a amenazas como la pérdida de hábitat, la contaminación marina, las artes de pesca y el cambio climático. La Fundación Oceanogràfic, junto con instituciones públicas, científicos y voluntarios, continúa desarrollando programas de rescate, investigación y concienciación para salvaguardar el futuro de la especie en el Mediterráneo.












