Orihuela, octubre de 2025 — El Tribunal Provincial de Elche está escuchando testimonios impactantes en el juicio por el entierro ilegal de al menos un millón de toneladas de residuos en terrenos agrícolas de La Murada, Orihuela, entre 2005 y 2011. Agentes especializados de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía Nacional confirmaron que el acusado conocía la gravedad del delito e intentó ocultarlo.
Los fiscales buscan penas de prisión de siete años para el empresario agrícola Francisco Poveda, el propietario del terreno, y mandatos de cinco años para Antonio Ángel Fenoll, Francisco Fenoll, Ángel Fenoll Pastor –familiares del destacado empresario local Ángel Fenoll–, junto al ex concejal Javier Bru y al empresario José Vera, quienes presuntamente facilitaron los entierros ilegales. Ángel Fenoll, principal imputado, no afrontará juicio por enfermedad.
Las conversaciones intervenidas revelaron que los acusados eran conscientes de las inminentes consecuencias legales. Según se informa, Poveda le dijo a Ángel Fenoll: “Vamos a acabar esposados”, Esto reflejaba su pánico ante el aumento de quejas e inspecciones. Los agentes testificaron que los entierros ilegales se llevaron a cabo a pesar de las advertencias policiales, y que Poveda aceleró el trabajo cuando fue confrontado en el lugar.
En mayo de 2008, la policía local rastreó camiones de basura que vertían desechos en granjas y tomó fotografías del delito en curso. La investigación reveló enormes fosas llenas de residuos sin tratarAlgunos objetos estaban enterrados bajo huertos de cítricos y contenían materiales orgánicos e inorgánicos, desechos médicos, jeringas, aparatos, plásticos y vidrio. Los agentes describieron la escena como “Dantesco”, con un hedor nauseabundo y condiciones insalubres..
Las excavaciones de la Guardia Civil y la UDEF confirmaron la contaminación en toda la zona. 500 hectáreas que abarcan 11 propiedadesLa zona afectada abarca los distritos de Los Vives, Los Rubira, Los Sigüenzas y Los Corrales. Las autoridades advirtieron que se trata de uno de los delitos ambientales más graves de la región, con una contaminación del suelo que perdurará por mucho tiempo y riesgos potenciales para la salud pública y la agricultura.
Los abogados defensores intentaron impugnar el juicio, cuestionando el uso de las escuchas telefónicas del caso Brugal y la identificación de parcelas contaminadas. Sin embargo, el juez Francisco Javier Saravia Se rechazó una moción para suspender el procedimiento., afirmando que el caso también se basa en investigaciones in situ, informes policiales detallados y análisis de expertos.
Este caso pone de relieve el impacto devastador de delitos ambientales en EspañaEl juicio de Orihuela, que demuestra cómo la eliminación ilegal y deliberada de residuos no solo destruye los ecosistemas, sino que también amenaza la salud humana y los medios de subsistencia agrícolas, continúa poniendo de relieve la necesidad de rendir cuentas por la destrucción ambiental a gran escala.












