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Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, a dû faire face à una nouvelle vague de protestas lors de sa visite à Orihuela esta semana, témoignant du mécontentement croissant face à la gestion par son administración de la catástrofe de DANA (lluvias torrenciales). À son arrivée à l'école Santo Domingo para asistir a la cérémonie de remise des IIIe Prix de l'Eau, il a été accueilli par un groupe de manifestants portant des banderoles réclamant Justice et sa démission.
Si los miembros de son propios partícipes y los irrigantes ubicados reciben los aplausos, el contraste entre los soutien y la indignación del público es saisissant. Ce n'est pas el estreno fois que Mazón se enfrenta a las manifestaciones en Orihuela. En febrero, una vive manifestación de una éclaté suite à la transformación controvertida del IES El Palmeral en el centro de formación profesional, decisión que entraînera la supresión de la enseñanza secundaria y del bachillerato. Esta manifestación a été ponctuée de cris, de confusion et même d'affrontements physiques entre manifestants.
La tensión se debe a que la policía a dû escolta Mazón et le maire d'Orihuela, Pepe Vegara, hors des lieux. Las acusaciones en suite se fusionaron, el Partido Popular acusó de «marionetas» de torpeza de lograr orquestar los problemas, tandis que el medio educativo protestatario se convirtió en víctima de intimidaciones y agresiones de la parte de los partisanos del PP.
Malgré les tentatives de control du discours, Mazón continúa de faire face à des manifests à preque chacune de sus apariciones en Vega Baja, reflejando la frustración persistente de los habitantes frente a los esfuerzos de reconstrucción post-DANA, aux réformes scolaires et au manque perçu de transparencia. Esta reacción croissante se transforma en una unión política más profunda, los partidos de oposición exigeant des comptes y depositan las mociones de desaprobación al consejo municipal de Orihuela.
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, a dû faire face à una nouvelle vague de protestas lors de sa visite à Orihuela esta semana, témoignant du mécontentement croissant face à la gestion par son administración de la catástrofe de DANA (lluvias torrenciales). À son arrivée à l'école Santo Domingo para asistir a la cérémonie de remise des IIIe Prix de l'Eau, il a été accueilli par un groupe de manifestants portant des banderoles réclamant Justice et sa démission.
Si los miembros de son propios partícipes y los irrigantes ubicados reciben los aplausos, el contraste entre los soutien y la indignación del público es saisissant. Ce n'est pas el estreno fois que Mazón se enfrenta a las manifestaciones en Orihuela. En febrero, una vive manifestación de una éclaté suite à la transformación controvertida del IES El Palmeral en el centro de formación profesional, decisión que entraînera la supresión de la enseñanza secundaria y del bachillerato. Esta manifestación a été ponctuée de cris, de confusion et même d'affrontements physiques entre manifestants.
La tensión se debe a que la policía a dû escolta Mazón et le maire d'Orihuela, Pepe Vegara, hors des lieux. Las acusaciones en suite se fusionaron, el Partido Popular acusó de «marionetas» de torpeza de lograr orquestar los problemas, tandis que el medio educativo protestatario se convirtió en víctima de intimidaciones y agresiones de la parte de los partisanos del PP.
Malgré les tentatives de control du discours, Mazón continúa de faire face à des manifests à preque chacune de sus apariciones en Vega Baja, reflejando la frustración persistente de los habitantes frente a los esfuerzos de reconstrucción post-DANA, aux réformes scolaires et au manque perçu de transparencia. Esta reacción croissante se transforma en una unión política más profunda, los partidos de oposición exigeant des comptes y depositan las mociones de desaprobación al consejo municipal de Orihuela.
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